domingo, 3 de febrero de 2008

Generación 1000eurista



Que el dinero no da la felicidad suena a tópico, pero, desengañémonos, no puede haber un tópico más cierto. Cuando he estado desempleado,con poco más de lo que cuesta el alquiler en mi cuenta bancaria me he dado cuenta de ello.Entonces he comprendido lo que significa un euro para poder tomar un café, entre otras cosas.He escuchado resonando en mi cabeza las palabras que tantas veces me decían mis padres, que el dinero cuesta mucho trabajo ganarlo, a lo que yo añado, y muy poco gastarlo.
Desde que el euro desbancara a la peseta se ha ido notando, o más bien sufriendo este aumento de precios. Aún recuerdo a la peseta con nostalgia, igual que mis abuelos a los reales.La verdad es que era un moneda "chatina", sobre todo esa de cinco duros, que recuerdo sujeta a un colgante de cuerda en el cuello de muchos adolescentes, cuando yo también lo era.
Nostalgias a parte, estos días en los que he estado con mi cuenta bancaria en los mínimos he pensado en la estabilidad.¿De dónde viene?Pues fácil, del dinero en mi caso. Cuidado,no me tachen de pesetero, pero es la verdad. Lo bien que sienta tener dinero para pagar tus facturas, que con los años van siendo más, ya que parece que nos vamos revalorizando, pagar el alquiler a tiempo, poder llenar bien la bolsa de la compra...No es que ni pague mis facturas, ni el alquiler, es solo la tranquilidad que te proporciona tener un dinero en la cuenta que te permita evitar dolores de cabeza.
Pero bueno, supongo que esto es parte también de la evolución. No hay cambios importantes sin crisis, o al menos eso me enseñaron en Historia.Sea como fuere yo sería mucho más feliz llegando a fin de mes, y creo que muchos miles de cuidadanos españoles como yo, también. Estamos en la era de los mileuristas...Ja Ja Ja!Pues yo me río, me entra una risa floja, nerviosa con la palabra ,mileurista, cuando desde que soy un periodista licenciado con master no he visto mil euros en mi cuenta ni un sólo mes.
Supongo que algún día llegará, y tampoco lo pido por ahora, me conformo con un sueldo que me permita mis gastos básicos, bueno, y algún que otro capricho.Pero algún, día confiémos que llegue, hasta entonces seguiré pensando que el dinero no da la felicidad, sólo gran parte de ella.


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